Sí, 4 kilos menos en apenas una semana desde que regresé (cabizbaja y con recuperado sobrepeso) tras mi recaída a la dieta sin azúcar ni féculas. Que serán mayormente agua, pero me pregunto qué falta me hacía retener tamaña cantidad de líquido para empezar.
No he pasado hambre más que durante las poco más de 8 horas semanales que quise dedicar a probar el ayuno intermitente (y no mucha, la verdad). Eso sí, he tenido varios días los típicos estados de apatía propios de la conversión a la cetosis o uso de grasa como combustible (la llamada keto-flu), quizás acentuada por la «pochez» subsiguiente a la liberación de toxinas al torrente sanguíneo que tenía convenientemente almacenadas en mis re-hinchados adipocitos.
Pero ya pasó. Me siento bien y con energía. Había olvidado esta sensación (a la que por otro lado me acostumbré rápidamente durante los años que fui fiel a la dieta). No tengo hambre constantemente, ni paso de pensar en el desayuno a pensar en el almuerzo. Me sacio con un tercio de la comida que necesitaba antes y tardo infinitamente más en volver a sentir hambre. ¡Hace un par de días que incluso me olvido de merendar!
Hola. Soy hipotiroidea e hipertensa, regulada gracias al tratamiento. Es recomendable la dieta sin hidratos para mi? Gracias anticipadas. Me gusta mucho tu blog. Te descubrí hace poco y me tienes hipnotizada con tus recetas. Saluditos
Hola Manuela!!! Mil gracias!!! Pues, en principio, yo te diría que una dieta abarrotada de alimentos frescos y de alta densidad nutricional (léase los que incluye mi dieta ideal, baja en hidratos y alta en antioxidantes, micronutrientes esenciales y fibra, mira aquí un ejemplo de menú semanal) le sienta estupendamente a todo el mundo, aunque las generalizaciones son muy poco científicas! Cada uno tenemos una dieta óptima que se adapta a nuestros genes y circunstancias. Para el hipotiroidismo, por ejemplo, se recomienda asegurar una ingesta suficiente de yodo (el marisco es una fuente maravillosa). Y si es autoinmune, te diría que le des una vuelta de tuerca más y veas el menú paleo low carb (aquí). No veo por qué no te iba a sentar bien una dieta sin procesados y farináceos varios que apenas te nutren, siempre y cuando los sustituyas bien. ¡Dieta baja en hidratos no quiere decir panceta con panceta! Lo mismo ocurre con la hipertensión (de hecho, el azúcar la empeora). ¡Pero eso tienes que notarlo tú! Si después de varias semanas con esta dieta (piensa que al principio tu cuerpo tiene que acostumbrarse) te empiezas a encontrar mejor, la piel te reluce, ves que poco a poco vas perdiendo el líquido retenido y estás más animada… No habrá quien te aparte de ella!!