A pesar de mis poderosos genes anti-cilantro, soy una fanática sin remedio de las delicias mexicanas. Así que me niego rotundamente a renunciar a ellas por el pequeño detalle de no poder tomar tortillas de maíz.
Afortunadamente, la necesidad (y el hambre) agudiza el ingenio. Con estas fajitas low carb, hechas con tortillas «low-carbizadas» sin maíz ni almidón, puede uno revolcarse felizmente en el sublime sabor de México sin el menor atisbo de culpabilidad.
Yo me limito a hacer tortillas de «no-maíz» con huevo batido salpimentado y semillas de lino molidas (a razón de una cucharada por cada huevo). Aunque si la ocasión lo merece, también recurro a mis idolatradas crepes de sésamo (que quedan aún más sabrosas).
Y una vez felizmente «tortilleada», procedo a rellenar la fajita con lo que buenamente tenga en la nevera. Hoy han caído unos deliciosos pimientos salteados con calabacín y cebolla, pollo desmigado y un toquecillo de salsa picante.
Que además estas fajitas tienen la ventaja añadida de aceptar rellenos carnívoros y piscívoros por igual, no como la versión low carb de su primo, el taco crujiente o «el que nace pa’tamal…», que no sé yo si con caballa maridarían mucho. Y son sencillamente perfectas para apañar una cena rápida con los restos comestibles diversos que haya que liquidar ya.
Eso sí, con el perdón de todos los amantes del «curioso» sabor del cilantro, yo lo sustituyo por perejil o cebollino. Así me aseguro que tanto yo como mis bienamados genes disfrutamos del placer de cada bocado.
Y sí, ha quedado «picante, pero sabrosa», mismamente como el «chile verde» que nos canta la desgarradora voz de la eterna Chavela.
Y para redondear la velada, os propongo un soberbio dulce de coco «yo te cielo» homenaje a Frida. Y no diré «que corra el tequila», pero lo pensaré 😊