Modo noche

Dos melodías para un quinteto infalible (piquillos con bonito)

Igual que existen combinaciones de instrumentos que pueden convertir una partitura infantil en una sinfonía, hay ciertos maridajes que escopetean cualquier receta sencilla al Olimpo de la exquisitez (como mi adorado aguacate con kiwi). Y esta es una de las que se lleva la palma.

El quinteto infalible de hoy lo conforman el socorrido huevo duro, los sabrosos pimientos del piquillo, el venerado bonito en aceite, las humildes aceitunas y la sempiterna mayonesa. Y es que hay veces que el recetario tradicional no requiere ni el más mínimo gesto optimizador y/o low-carbizador porque él mismo se basta y se sobra.

Y, para homenajear al quinteto como se merece, os propongo dos melodías a elegir (o combinar) 😋

 

 

Para los domingos y fiestas de guardar (o para cuando tengáis una necesidad aumentada de ser larga e intensamente halagad@s)…

Melodía 1: los bellos piquillos rellenos

Sencillísimos pero aparentes y suculentos, solo requerirán que abráis un tarro de deliciosos pimientos del piquillo asados enteros y los rellenéis amorosamente con la mezcla del infalible quinteto. Eso sí, procurad sacar las semillas antes de proceder, que no queremos añadir lectinas de más a la partitura.

 

 

Y, en apenas 15 minutos, obtendréis un entrante delicioso, nutritivo, paleo y rotundamente low carb, que será irremediablemente reverenciado (y que además podréis dejar preparado con antelación alegremente).

Y, para los días de diario…

Melodía 2: los eternos huevos encubiertos

Asumo que todos custodiáis celosamente vuestra receta inmejorable de huevos rellenos y que no necesitáis que venga yo a deciros cómo «mejorarla». Lo entiendo, yo pensaría lo mismo. Pero, si algún día amanecierais con ganas de probar esta versión, ¡no las inhibáis! Puedo atestiguar que anima/sacia/alegra simultáneamente paladares desganados, estómagos hambrientos y corazones atribulados.

 

 

Y es que, como buen quinteto infalible, queda tan delicioso «en piquillo» como «sobre huevo».  Y ya veis que no requiere ningún tipo de habilidad en la cocina. Solo hay que cocer los huevos, partirlos por la mitad y cubrirlos con la inefable mezcla.

Eso sí, no escatiméis con el «relleno», que aunque los huevos sean un regalo sublime de la naturaleza, os aseguro que no serán ellos los que harán que acabéis lamiendo el plato.

 

piquillos rellenos con huevo y bonito paleo keto low carb

 

Y, si lo tuvierais a mano, un toquecillo de perejil picado fresco le sienta de maravilla al quinteto… en ambas melodías. Supongo que, siguiendo el símil, el toquecillo herbal sería el virtuosismo de los músicos. Puede que no sea esencial, pero, cuando efectivamente acontece, el placer es sencillamente sobrecogedor. Vamos, que el amigo Stendhal* se queda corto 😊

(*) Para más datos sobre el susodicho, no dejéis de visitar los deliciosos huevos florentinos, el Stendhal de los desayunos.

2 Comentarios

  1. ROCIO

    Pero qué apañada eres Inés…. qué ricos..
    Por cierto, te haces la mayonesa o has encontrado alguna decente en el mercado de los procesados???

    Lo digo porque hacer mucha cantidad y tirarla es un pecado.

    1. Inesuka

      Si es que no entiendo cómo puede ser que siga soltera… ?
      Pues si te digo la verdad, aún no he encontrado una mayonesa procesada que pase mi rigurosa criba, así que la hago yo. Pero suelo aprovechar la que me sobra de los huevos encubiertos del almuerzo para apañar una remoulade o para embadurnar espárragos a la hora de cenar, que aquí tampoco se tira nada ?
      Gracias, Rocío!!! Un abrazo gordo!
      Inés

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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