Modo noche

Puestos a pasar el domingo en casa… abogo por levantarnos a las tantas al irresistible olor de un delicioso brunch  (idealmente regado con un par de litronas de mimosa de cava, pero vaya, corramos un tupido velo… 😁Y si nuestros previsores yoes del pasado fueron generosos y congelaron algún que otro panecillito de sésamo y/o pedacito de tarta de queso… En 20 minutos lo tendremos listo. 

Este brunch de hoy lo conforman unos soberbios huevos a la florentina (el Stendhal de los desayunos), con base de no-panecito de sésamo y espinacas salteadas. 

Los susodichos huevos a la florentina (el Stendhal de los desayunos)

 

A su vera, unos cremosos huevos Sardou, una variante sureña y vegetariana de los archifamosos huevos Benedict que sustituye el bacon por espinacas y la tostada por alcachofa. El cocinero que los creó los bautizó así por Victorien Sardou, un dramaturgo francés del siglo XIX que se paseaba por el sur de los Estados Unidos (y a quien parece ser que le gustaron una barbaridad).

Y de veras (igualico que sus primos florentinos), no son difíciles de hacer ni especialmente trabajosos, la verdad. Puedes tenerlos hechos en 15 minutos (holandesa y huevo poché incluido), ¡palabra!

Si te decides a probarlos, calcula que necesitarás una alcachofa por huevo que quieras servir, un manojillo de espinacas y una yema adicional para la salsa holandesa.

Los teatralmente suculentos huevos Sardou (con base de alcachofa y espinacas salteadas)

 

 Empieza por cocer las alcachofas (en el microondas a máxima potencia unos 6 o 7 minutos se hacen de maravilla) y limpiarlas de manera que el corazón pueda acomodar el huevo. Si te sobra alguna, acompañados de un pequeño alijo de chips de alcachofa los huevos serán aún más reconfortantes.

Saltea las espinacas un par de minutejos en un chorrillo de aceite y «pochea» el huevo (o pasalo por agua felizmente durante 3-4 minutos).

 Salpimenta, acomoda el huevo en el hueco de la alcachofa y la alcachofa sobre el lecho de espinacas (o colócalos en el orden que buenamente prefieras). Corónalo todo con un toque de salsa holandesa (ve aquí mi versión ultra-rápida para vagos). ¡Y listos! 

Verás qué delicia de desayuno. No hay que ser un dramaturgo francés del s. XIX para amarlo, no. 

El obsceno cheesecake oportunamente (des)congelado

 

 Y ya como colofón final y a falta de mimosa… dos obscenos pedazos de New York-Style Cheesecake (para enmudecer de placer), cuya receta tienes aquí.

Si es que puestos a pasar el domingo confinados en casa recibiendo noticias poco halagüeñas sin darnos al alcohol… mejor así 😇 

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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