Sí, no-patatas fritas low carb de bolsa, convenientemente pre-elaboradas y listas para ser ingeridas sin más preparación que una oportuna «apertura bolsátil».
Eso sí, por muy «saludables» que se vendan, podéis estar seguros de que no las han frito en aceite de oliva virgen extra, sino más bien en aceite de girasol baratillo (que se oxida cosa mala a altas temperaturas), así que mejor relegadlas a momentos de flaqueza lacerantes.
Para los curiosos, he aquí mi particular podio ganador (las tres las he encontrado en una tienda Casa Ametller):
Medalla de oro indicutible: Las no-patatas de alcachofa
De marca Cynara, la bolsita de 30g costaba alrededor de 2 eurillos (aquí las venden en packs). Son una auténtica delicia: al menos en mí han despertado una suerte de «quiero más» incapacitante. Así que no me dejo saborearlas de manera habitual, pero para darme un capricho ocasional… Desde luego son mis favoritas.
Medalla de plata: Las no-patatas de brócoli
Deliciosas, sin apenas carbohidratos y a base de brócoli. Eso sí, van a precio de oro: una bolsa con mucho aire y un puñadico de floretas me ha costado alrededor de 3€. Pero os aseguro que volvería a pagarlos sin dudar porque han saciado mi antojo de patata frita sin despeinarse y no han despertado un acusado «quiero más» como las anteriores (aunque un pelín sí 😋).
Supongo que las relego al segundo puesto porque son menos estupendas, pero más seguras (como tantas cosas en esta vida…)
Medalla de bronce: Las no-patatas de kale
Menudo vicio tienen estas también… Les reservo un merecido tercer puesto porque desde luego despiertan a la comedora compulsiva que hay en mí, pero las consecuencias son bastante asumibles. Las he encontrado en un supermercado Veritas (costaban alrededor de 3 euretes el paquetillo de 35g, así que a peso desde luego son carillas).
La marca (Vegetalia) tiene una barbaridad de patés para vegetarianos y cosas por el estilo (así que no solía converger mucho con mi dieta, hasta hoy). Debo decir que si no fuera por el aderezo a base de cebollita no sería el vicio que es, sería kale 😀
¡Vosotros decidís! Yo creo que si os encontráis en un apuro tremendo, vale, pero por mi parte no me dejaré hacer acopio en la despensa porque tienen cierto peligro.
Accésit: Las no-patatas de bacalao
Y aquí las increíbles chips con cero hidratos de carbono. Afirmo rotundamente que estas no os despertarán ningún tipo de ansia «quiero más» ni por asomo, más bien saciarán cualquier antojo de aperitivo crujiente con apenas 4 o 5 corteciñas. Son ultra-sabrosas y su «crec-crec» al masticar es tal que el sonido atraviesa mejillas, tal como se espera de unas no-patatas fritas de bolsa.
Eso sí, están hechas a base de piel de bacalao frita (a modo de cortezas de bacalao), así que tienen un inconfundible sabor a bacalao. No dudéis en probarlas si es que os gusta el bacalao (si no, mejor no) 😊
CURSILLO
Inés Viñas
Nutricionista (colegiada nº 1572)
Psicóloga (colegiada nº 27008)
Máster en Oncología
Diplomada en Terapia Nutricional
Ilusionada con la Nutrigenómica
Recetas low carb
SERMONEOS
¿Te aviso cuando publique?
¿Qué encontrarás aquí?
Entradas
Lo que se dice por aquí
De lo que se habla