Si os despertáis aturdidos sin la menor idea de quién ha apagado el despertador (media hora antes) y augurando un largo día sin acceso a comida decente, no dudéis en recurrir al raudo-desayuno low carb más rotundamente saciante que conozco: el contundente salmón con aguacate (idealmente, bien regado con un exquisito café a prueba de balas bien grasiento).
Y es que todo low-carbista previsor debe tener aguacates y un paquetillo de salmón en la nevera (idealmente sin ahumar, que lleva menos aditivos) para salvar situaciones de «emergencia desayunadora». Solo hay que cortar/aliñar el aguacate y salpimentar el salmón mientras se hace el café. Y si tuvierais a mano, un toquecillo de semillas de cáñamo le queda niquelao.
A mí me lleva exactamente 2 minutos prepararlo y apenas 8 comerlo (que además disfruto enormemente).
¡Probadlo! Os aseguro que no solo os olvidaréis de picar algo a media mañana, también se os pasará la hora del almuerzo sin que sintáis la más mínima sensación de hambre. Por algo los enormes osos grizzly de Katmai se hinchan a salmón antes de hibernar 😋