Siguiendo con la terapia que me autoimpuse para superar el shock post-traumático que me provocó la página de los «falsos mitos nutricionales» de la web del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, hoy me he propuesto seguir “discrepando”.
Y es que en el apartado de estilos de vida saludable (que recordaréis nos insta a hincharnos de agua con las comidas porque como no tiene calorías da igual cuándo y con qué se tome, el falso “falso mito” que ya “des-abatimos” en la parte 1), también encontraréis otra perla.
Y esta es delicada, porque reconozco que toca muchas fibras sensibles. Yo misma me habría enfurecido hace apenas 7 años si alguien me hubiera insinuado que mi adorado pan no es todo lo honesto que dice ser. Y es que el susodicho “falso mito” es que “El pan es un alimento no saludable”.
Y a día de hoy tengo tanto que objetar a ese falso “falso mito”, que ni sé por dónde empezar…
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