Modo noche

Tarta Opereta (all’Alba… ¡Vincerò…!!!)

¿Conoces la celebérrima Tarta Ópera? Es una delicia de la pastelería clásica con bizcocho de almendra, crema de café y chocolate. ¿A que suena a música celestial? Pues aquí te la traigo en versión keto-facilona 😁

No me extenderé en halagos a la misma porque, diga lo que diga, no le haré justicia, pero… a modo meramente descriptivo y para que te hagas una idea, te diré que el escalofrío subsiguiente al primer bocado ha sido similar al que siento cuando el inmenso Pavarotti dispara su mítico «all’alba vincerò» en el eterno Nessun Dorma. Vamos, que es una de esas experiencias de la vida que no pueden explicarse, tienen que vivirse…

Aquí los Tres Tenores, dándolo todo en su mejor Do de Pecho

Si te decides a darle una oportunidad, cuenta que necesitarás preparar un bizcocho low carb bajico (que remojarás en café recién hecho), junto con la sublime crema de café (la receta clásica se hace batiendo mantequilla con café, pero yo prefiero hacerla con nata, que queda mucho más suave) y la ganache de chocolate. Y aunque así, de inicio, suene complicado, ¡no lo es! Solo hay que ir por partes tranquilamente, con el aplomo y la absoluta convicción de saber que al alba… vencerás 😇

Empezamos por apañar otro bizcocho low carb (igualico que los otros), con:

• 3 huevos (las claras a punto de nieve bien firme para un extra de esponjosidad)
• 1 yogur natural (idealmente bien graso y de cabras/ovejas felices)
• edulcorante al gusto
• 5-6 cucharadas de almendra cruda molida (dependerá del tamaño de los huevos y del día que tengan, lo ideal es que la masa final tenga textura de mayonesa)
• 2-3 cucharadas de harina de coco (ídem)
• 1 cucharada de aceite (de coco o de oliva)
• medio sobrecillo de impulsor químico
• un chorrillo de esencia de vainilla (como esta, que no lleva cosas raras)

Este lo he hecho en un molde cuadrado de 24cm de lado para poder sacar un par de rectángulos bien hermosos y darle su forma operística clásica.

Y no tienes más que encender el horno a 180º y mezclarlo todo (idealmente, añade las claras al final, con cariño y movimientos envolventes para que no se bajen) y hornear (para esta cantidad, yo lo he tenido unos 20 minutos, hasta que el olor irresistible y el viejo truco del palillo que sale seco me han confirmado que ya estaba). Y (ya sé que me repito más que el ajo, pero) como siempre que andamos «bizcocheando», mejor déjalo enfriar sobre una rejilla (para evitar que el vapor de agua remoje el bizcocho) y ya podrás recortarlo alegremente y sacar un par rectángulos (aparte de un montón de exquisitos retales). ¡Y bizcocho listo! Haz un poco de café para que esté frío cuando lo remojes y lánzate a apañar ya las otras dos capas.

Para la crema de café, solo necesitarás mezclar apenas 100ml de nata para montar bien fría con un pelín de edulcorante y una cucharadica de café soluble. Bátela hasta obtener una crema espesica y déjala en la nevera hasta el feliz momento de embadurnar el pastel.

La ganache de chocolate es aún más sencilla. Se hace mezclando cantidades más o menos iguales de nata para montar bien caliente (yo le doy un hervor y la retiro del fuego) y de chocolate negro picadito. Para este tamaño de tarta, apenas otros 50ml de nata y unos 40g de chocolate bastarán. Remueve hasta que adquiera la textura de crema espesa (y mira si quieres edulcorarla un pelín).

¡Y ya puedes montar tu propia tarta opereta! Recupera esos rectángulos de bizcocho y píntalos con café. Coloca uno a modo de base y reserva el otro para después. Sobre ese primer «bizcocho de abajo», esparce una capita de ganache de chocolate (mejor hacerlo cuando esté templada para que sea más fácil de manipular). Y cúbrela con una capa generosa de crema de café (yo la pongo con la manga pastelera porque me encanta usarla, pero a cucharadas queda riquísima y mega-operística igual) y coloca encima el otro bizcocho, también mojadico en café.

Repite el proceso embadurnador y decide si fundes un poquito de chocolate negro más (al baño maría o en ráfagas cortas al micro), para coronar tu obra maestra, o si prefieres dejar caer una armoniosa lluvia de cacao en polvo desde un colador. Déjala enfriar unas horas en la nevera.

Y ponte tus mejores galas para regodearte en esa sublime victoria mañanera y fundirte en un placer inconmensurable (que tampoco podrás describir).

¿Te gustaría probar las excelsas maravillas de la arcilla polimérica? Pues encontrarás un montón de ideas locas en mi álter blog.

1 Comentario

  1. Justina

    Tiene que estar de muerte. 💝😋🌻

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Justina

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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