Modo noche

Hurricane Mousse (“mal año pa’ dejar de beber”)

New Orleans no es solo jazz improvisado, recetas cajún y Mardi Gras, también es célebre por el Hurricane, un pecaminoso y adictivo cóctel a base de zumo de limón, ron y jarabe de maracuyá. Y puede que no haya llegado al punto de permitirme el cóctel original (aunque el añito cada vez me lo pone más difícil 😅), pero sí esta tentadora versión mousse.

De veras que merece la pena. Queda ácida, zalamera y cremosa, con un toquecillo tropical irresistible. Y aunque el maracuyá un pelín dulce sí es, apenas uso la pulpa de un par de frutitas para aromatizar, así que mi conciencia está más que tranquila.

El Hurricane, escoltado por «mi familia sureña y otros animales»: Natalia (mi amada asesora científica), Ed, Keanu, Layla y Beltza (el «gator» y la avispa asesina se han colao’)

Si también queréis mitigar un alcoholismo en ciernes regalándoos de paso un delicioso chuperreteo inspirado en New Orleans, sabed que para un Hurricane tamaño US a repartir (que bastará para saciar a dos anheladores de cócteles sureños con buen saque), necesitaréis:

  • un par de maracuyás
  • una lima (media para la mousse y media para el coulis)
  • 100ml de nata para montar bien fría
  • una lámina y media de gelatina (una para la mousse y media para la gelatina de coulis)
  • un puñado de frambuesas
  • edulcorante al gusto

Empezad por poner la gelatina a hidratar en agua fría (así nos aseguramos de que está lista en el momento clave).

Vamos a por esos maracuyás. Abridlos por la mitad y retirad la pulpa que envuelve a las semillas. Batidla un pelín para separar estas últimas y pasad la pulpa por un colador gruesillo. Desechad las semillas, que son muy cucas, pero poco agradables al paladar. Poned la pulpa resultante y el zumo de media lima, junto con su ralladura, en una cazuelica a calentar. Cuando rompa a hervir, retiradla del fuego, disolved un pelín de edulcorante (si aún no estáis “keto-adaptados” lo agradeceréis) y la hoja de gelatina bien hidratada.

Removed bien y dejad templar la mezcla por ahí.

Echad mano de la nata y batidla hasta que espese. Una vez tengáis la nata bien montada y la pulpa de lima y maracuyá a temperatura ambiente, mezclad ambas preparaciones. Verted la mezcla en el molde final y metedla en la nevera, que vaya asentándose mientras preparáis el coulis.

Poned a calentar las frambuesas más feas con el zumo de la media lima que ha sobrado. En apenas 10 minutos, tendréis una suerte de mermelada suave de frambuesas. Retiradla del fuego, echadle un pelín de edulcorante y disolved en ella la media hoja de gelatina hidratada que queda.

Dejadla templar antes de verterla felizmente sobre la mousse, pero no os distraigáis mucho, que no queremos que se enfríe del todo y cuaje antes de tiempo. Y a la nevera con ello hasta el feliz momento.

Veréis qué gozada. La sensación no será comparable a saborear el Hurricane original en una terraza de Bourbon Street, pero sí os regalará unos dulces momentos de placer (y además mantendrá a raya el alcoholismo) 😅

¿Te gustaría probar las excelsas maravillas de la arcilla polimérica? Pues encontrarás un montón de ideas locas en mi álter blog.

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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