Hoy quisiera explicaros de dónde vienen las tozudas convicciones a las que se aferran quienes afirman que hincharnos a proteína texturizada de soja nos hace poco menos que inmortales, mientras que comer alimentos de origen animal, especialmente la súper temida carne roja, nos aboca al cáncer y a una muerte prematura de un ataque al corazón.
Y lo haré con dos estudios observacionales reales y muy curiosos, de especial interés para quienes aspiren a ganar el premio Nobel y para los señores de 40 a 60 años que quieran ahorrarse el ataque al corazón y prefieran no dormir solos 😁
La ciencia nutricional es relativamente novata y muy difícil de estudiar, precisamente porque el ensayo nutricional perfecto es virtualmente irrealizable. Este implicaría recluir durante un tiempo suficiente a una muestra homogénea y significativa de personas y someterla a un protocolo de alimentación controlado, manteniendo constantes además las tropecientas variables que podrían influir sobre su salud.
Pero sí hay disciplinas por ahí que nos pueden echar una mano sin tener que torturar a nadie de esta manera, como la antropología, la bioquímica o la fisiología… ¡además del simple y llano sentido común!
Inés Viñas
Nutricionista (colegiada nº 1572)
Psicóloga (colegiada nº 27008)
Máster en Oncología
Diplomada en Terapia Nutricional
Ilusionada con la Nutrigenómica
Recetas low carb
SERMONEOS
¿Te aviso cuando publique?
El origen de las pirámides
Los mitos nutricionales
Y la «ciencia» que hay detrás
¿Qué encontrarás aquí?
Entradas
Lo que se dice por aquí
De lo que se habla