¿Habéis sentido alguna vez que en vuestro día falta… amarillo? Hoy llueve, hace frío y el cielo está feamente encapotado. Me faltaba algo de color.
Vamos, que cualquier excusa es buena para pimplarse un buen curry bien abarrotado de sabor, grasa saturada y colesterol 😊
Es tan rematadamente sencillo como apañar el curry súper fácil (para aprendices de las especias), pero obviando el pollo y añadiendo un par de huevos por cabeza a la salsa cuando ya esté.
En apenas un par de minutos, las claras se habrán cocinado felizmente pero las yemas seguirán melositas, cremosas y exquisitas.
No exagero si os digo que la vida se ve de otra manera con una cazuelita de estas dentro. Ha suplido a la perfección mi acusado «déficit de amarillo» en este día inevitablemente gris.