La respuesta corta, en mi modesta opinión, es que sepamos, no. La medianilla la cuento en el vídeo y la larga con las referencias está aquí.
En resumen y a pesar de mi comprobada tendencia a producir cánceres (por lo que suelo ser muy cauta con las sustancias cancerosas en general), no he conseguido encontrar nada que me convenza para reducir o eliminar mi ingesta de carne. Así que en cuanto el virus nos lo permita y se pueda salir a cenar impunemente, repetiré eso de “una de solomillo, por favor” sin más reparo… que el de poder pagarlo 😅