Modo noche

Tarta «casi-proscrita» (de queso, chocolate y mango)

He aquí mi cebo-tentación más irresistible jamás creado (y mi más exquisita alternativa al suicidio en caso de derrota). Si no funciona… es un «dedícate a la costura» o «cambia de presa-objetivo», porque está… que roza lo ilegal. De ahí eso de «casi-proscrita» (aparte de que entra en la categoría de low carb solo porque es más low carb que su primo high carb) 😅

No lleva azúcar, ni cereales, pero el dulzor natural del mango le aporta una nada desdeñable cantidad de carbohidratos, así que la reservo para ocasiones realmente críticas y me regalo solo un poquititito. Que encima congelada queda demencial igualmente y nadie se entera.

La ventaja añadida de esta tarta, además de su exultante dulzor y textura amorosa, es que es fácilmente adaptable a días/cocineros vagos con mucho que celebrar/agradecer. Si haces solo la deliciosa mousse de mango y la presentas felizmente en vasitos, en apenas 10 minutos la tendrás lista y te aseguro que deshará el corazón más gélido. Ella sola se basta y se sobra como postre de celebración, pero si la ocasión lo merece… vale la pena dedicar media horita más a la causa y llevar a la mesa esta maravilla.

Los que os decantéis por la tarta en todo su esplendor, empezad por apañar la base. Esta de hoy era un «mega-sobao» (la receta está aquí) de 3 huevos (horneado en un molde de 25cm de diámetro) con pegotitos de chocolate 100% derretido, aunque es felizmente sustituible por un bizcocho de chocolate o por las míticas galletas trituradas con mantequilla. Una vez listo, solo hay que recortar el sobao/bizcocho del tamaño de un molde desmontable más pequeño (este mide 22cm de diámetro) y colocarlo de base. Yo pongo papel de horno o film en la base para que mi yo del futuro pueda desmoldar la tarta con elegancia. Así quedarán las 3 fases bellamente diferenciadas y obtendréis un inefable botín de retales.

Aún no sé si el chantaje funcionó, pero esto fue todo lo que quedó 😅

 

Vamos a por esa deliciosa mousse de mango. Para 4-6 vasitos alegres o para rellenar una tarta de tamaño «familia bien avenida» (de unos 20-24cm de diámetro), necesitamos:

  • un mango maduro triturado
  • 200g de queso crema (yo tenía mascarpone, que queda niquelao’)
  • 200ml de nata para montar
  • un par de láminas de gelatina (si la ocasión se merece la tarta)
  • edulcorante al gusto (yo ni siquiera le echo, el mango aporta suficiente dulzor para mis papilas)

Si vas a por la tarta, pon a hidratar la gelatina en agua fría. Es importante darle un hervor al puré de mango o la gelatina no cuajará. El mango (como la piña o el kiwi) contiene enzimas que la inutilizan, a menos que las inutilicemos nosotros primero calentándolas 😇

Disuelve la gelatina hidratada en el mango cuando lo retires del fuego y divídelo en dos mitades. Reserva una para ejercer de capa de arriba refulgente y colorida y mezcla la otra con el queso. Monta la nata bien fría. Solo queda añadir la nata montada a la mezcla de queso y mango. Hazlo con cariño y movimientos envolventes para que mantenga la textura ligera y vaporosa. Pruébala a ver cómo la notas de dulce y vuélcala en el molde con la base de bizcocho/sobao/galletas. Mete la proto-tarta en la nevera y déjala reposar unos minutos.

 

Cuando el mango restante esté templado (pero antes de que se enfríe demasiado y cuaje la gelatina), calcula unos 10-15 minutos, colócalo por encima de la mousse con mucho cariño para que no se mezclen las fases. Y ya casi la tenemos. Déjala reposar en la nevera, idealmente, toda la noche.

Llegó el momento de dar rienda suelta a tu creatividad. Desmóldala con cariño y decórala como buenamente te dicte el espíritu con el que hayas amanecido.

Yo hoy he embadurnado los bordes con nata batida mezclada con cacao puro en polvo y picadillo de almendra. Y como colofón, le he puesto un poco de chocolate 100% derretido formando un dibujín (he aprovechado la manga «manchada» de chocolate derretido para colocar unos últimos besitos de nata con cacao). Y ya sé que me repito más que el ajo, pero estaba brutal. 

Así que lo poquito de tarta «casi-proscrita» que me queda y yo estamos expectantes esperando a ver si la estrategia surtió efecto. Alea jacta est  😅

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¡Ojalá te deleiten tanto como a mí! 

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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