… es que ocurren.” (G.K. Chesterton)
He aquí la prueba fehaciente de que el ocurrente escritor inglés tenía razón: un auténtico milagro otoñal en la golosa forma de unos alegres y especiados panellets paleo low carb.
Os aseguro que no echaréis de menos el azúcar, ni la patata. Al tener la base de calabaza aderezada con especias, quedan (milagrosamente) más jugosos y sabrosos que los mazacote-panellets de supermercado e incluso que los de pastelería. Hala, ahí queda eso.
Además son felizmente portátiles a modo de vil soborno otoñal para cuando os aventuréis a pedir amor, perdón o dinero. Un primor, vamos, que encima son súper fáciles de hacer.
(Aunque si sois «más de limón», aquí tenéis una versión de keto-panellets de calabacín con un pelín menos carbohidratos y aquí una versión sin calabaza, ni calabacín, pero mucho amor).
Para hacer la masa de una bandejiña alegre de panellets de calabaza bastante low carb, solo necesitáis:
- 200gr de calabaza cocida (al micro se hace en un plis)
- 200gr de almendra molida (más o menos, dependerá de la humedad de la calabaza, id echándola poco a poco)
- una cucharadita de canela molida (idealmente, que sea de la verdadera que no daña el hígado) y/o de mezcla de especias garam masala (que a la calabaza le queda niquelada y nunca está de más el chute de fitoquímicos)
- pizquilla de sal
- edulcorante al gusto (yo le he puesto solo una cucharadita de xylitol*, que la calabaza ya es muy dulce para mí)
- un huevo entero
Las instrucciones se limitan a: mezcladlo todo hasta que quede una suerte de plastilina manejable y deliciosa. Llega el momento divertido: elegir de qué haremos los panellets y dividir la masa en tantos cachos como distintos tipos queramos.
Como estos eran para agasajar objetivos incautos y de buen corazón (pero clasicorros), he hecho los tres tipos clásicos: bolitas de piñones, deditos de almendra picada y volcancitos de coco rallado (mezclando un poco más de coco en la masa de estos últimos para darles un extra de «coquicidad»).
Si tenéis niños, es el momento de llamarles a filas.
Si no, sabed que montarlos es una tarea relajante que os evadirá por unos minutos de las incertidumbres en las que irremediablemente nos abocan los politicuchos que (muy a mi pesar) deciden nuestro futuro. En fin, algún día feliz, dentro de muchas lunas, miraremos atrás y nos reiremos (idealmente mientras damos buena cuenta de unos panellets bastante low carb).
A lo nuestro. Una vez montaditos, no queda más que colocarlos sobre una bandeja de horno engrasada, pintarlos con yema y hornearlos una media horica a 180ºC, hasta que estén dorados y preciosos.
Son una auténtica delicia de lo más otoñal… No conviene hincharse, pero si se acerca la castañada y os veis cayendo en la tentación, ¡adelantaos! Estos son infinitamente mejores para vuestro páncreas que los que podáis comprar, especialmente si les añadís la canela (cosa que recomiendo con ahínco).
Francamente, no son un mero apaño de sus primos de patata y azúcar, son una versión mejorada, tanto en nutrición, como en textura y sabor. Os aseguro que serán inmediatamente adorados por vuestros propios objetivos incautos (clasicorros o no) y por todo aquel que los pruebe.
Lo dicho, son un auténtico milagro.
(*) No hay que abusar de los edulcorantes (y si son frankenquímicos mejor ni olerlos, ved aquí por qué), ¡pero no todos tenemos la fuerza de voluntad necesaria para renunciar de por vida a un dulce ocasional!
Los panellets cuantas calorías tiene y carbohidratos?
Hola Olga! Pues calcula que para estas cantidades, si te salieran unos 20 panellets de piñones (y te los comieras todos), caerían unas 2000Kcal y unos 15g de carbohidratos. Así que te meterías entre pecho y espalda unas 100Kcal y menos de un gramo (aprox. 0,75g) de carbohidratos por panellet, como 10 veces menos carbohidratos que los tradicionales de patata y azúcar. ¡Espero que te animes!