Modo noche

Roscón de chocolate (mi señuelo para Baltasar)

Hace ya demasiadas navidades que los Reyes Magos ignoran mis cartas (a pesar de que me porto que ni la madre superiora de un convento de clausura). Así que este año he decidido sacar la artillería pesada y ponérselo aún más difícil. Voy a dejar, además de la sempiterna agua para los camellos, un obscenamente irresistible roscón de chocolate para ellos. La ventaja añadida del plan es que si el señuelo no funciona y vuelven a pasar de largo, me quedaré sin regalos, pero el desayuno compensará 😊

¡Aquí hay una versión paleo sin lácteos para pajes y camellos!

¡Y aquí mi alter blog o el blog de mi alter ego, Prosopopeya, con mil figuritas de arcilla polimérica, como las de los insignes reyes!

Y es que se trata, nada más y nada menos, que de un jugoso brownie de nueces y chocolate 100% relleno de trufa. Es una barbaridad de señuelo, vamos.

No queda igual que el tradicional, sino como un brownie con una textura mitad bizcocho, mitad galleta. Pero se basta y se sobra para tentar reyes magos y aniquilar sin piedad cualquier anhelo de roscón. De hecho, debo añadir que me ha gustado mucho más esta versión sin harina que los roscones de reyes «pre-épicos» que recuerdo. Aunque asumo que no califico como juez imparcial, ¡ahí queda eso! 😅

Si os decidís a probarlo, solo tenéis que destinar una horilla a la causa y reunir, para el roscón en sí:

  • 100g de chocolate bien negro (y un pelín más para decorar, si queréis que quede vistosillo)
  • 100g de harina de nueces (en la picadora queda finita y estupenda)
  • 4 huevos (claras por un lado y yemas por otro)
  • 70g de mantequilla blandita
  • edulcorante al gusto (¡probadlo mejor!)

Y para el relleno de trufa, habría que reunir:

  • nata para montar (a mí me han bastado apenas 100ml)
  • cacao en polvo y edulcorante al gusto

Empezad por derretir el chocolate (al baño maría o en tandas cortas al microondas) y mezclad los ingredientes del brownie hasta obtener una suerte de plastilina enganchosa, guardando las claras para el final. Una vez bien amalgamadito todo, batid las claras a punto de nieve bien firme (que desafíen la ley de la gravedad si le dais la vuelta al bol) e incorporadlas a la mezcla en dos tandas, con una espátula, cierto cariño y movimientos envolventes. La idea es que no se bajen y se distribuyan lo más uniformemente posible para que el brownie quede súper esponjoso.

Meted el «proto-roscón» en el horno precalentado a 180ºC hasta que huela que alimente (este ha tardado cerca de media hora).

Dejadlo enfriar, partidlo por la mitad y proceded al alegre embadurnamiento interior con la deliciosa nata montada mezclada con cacao. Si queréis aseguraros el tiro, pintad la superficie con más chocolate derretido y espolvoread con más nueces picadas para darle un último toque ultra-majestuoso-festivo. ¡Y señuelo irresistible para reyes magos golosos listo!

Y ahora que lo pruebo, pensándolo mejor… casi que prefiero que este año también pasen de largo y me dejen el roscón 😅

Si os decidís a probarlo, solo tenéis que destinar una horilla a la causa y reunir, para el roscón en sí: 100g de chocolate negro (y un pelín más para decorar, si queréis que quede vistosillo) 100g de nueces picadas (lo mismito que arriba) 4 huevos (claras por un lado y yemas por otro) 70g de mantequilla blandita edulcorante al gusto

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¡Ojalá te deleiten tanto como a mí! 

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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