Modo noche

Keto-panellets con corazón (un derroche de ternura)

Siempre fiel a las tradiciones que acarrean deleitarse en dulces diversos, este otoño también me he regalado unos panellets. Pero no son densos mazacotitos que se puedan repartir despreocupadamente entre cuñados, jefes y vecinos, no. ¡Estos tienen corazón! Y encima es noble, tierno y jugoso. Confieso que tengo mucho que aprender de su generosa bondad, porque yo no los habría compartido ni harta de vino En serio, qué vicio.

Si no os apasiona la idea de usar calabaza (como en los milagrosos panellets I) o calabacín (como en los inefables panellets II) para sustituir el sempiterno tubérculo de la masa de mazapán (léase patata o boniato), pero tampoco queréis que los susodichos panellets vayan rompiendo muelas a allegados diversos, esta es vuestra receta. Quedan tan ricos, con ese corazón afrutado, que pondrán a prueba vuestra generosidad y alma dadivosa.

El truco de su tentadora ternura es que el mazapán sea solo una fina «gabardina de entretiempo» alrededor de las frutillas, en lugar de formar una bolita densa y compacta de «materia pre-Big Bang». Así quedan irresistiblemente dorados y crujientitos por fuera… pero jugosos y repletos de amorosa ternura por dentro.

Para una bandejilla alegre (mismamente como la de la foto, contad unos 12 panellets llenos de amor), apenas necesitaréis mezclar:

  • un par de claras de huevo (¡guardad las yemas para pintar los panellets!),
  • unas 6 cucharadas de almendra molida (dependerá del tamaño de los huevos y de vuestras ganas de pringaros las manos, debe quedar como una plastilina suave y pegajosilla),
  • una cucharadita de canela molida (idealmente, de la «verdadera», sin demasiada cumarina que espachurre el hígado) y
  • edulcorante al gusto.

Amasad la mezcla felizmente y usadla para embadurnar unas frambuesas, unos arándanos o unos cachillos de manzana precocida (con apenas un par de minutos a máxima potencia en el micro nos vale), que los panellets se hacen en un plis y con la manzanuca cruda no quedan tan espectaculares.

Escurrid/secad bien los corazones antes de intentar embadurnarlos o la masa no se les pegará ni con velcro. ¡Ya casi los tenéis!

Id encendiendo el horno a 180º y echando mano de los «rebozados» que tengáis. Cubrid las bolitas de mazapán con almendra picada, piñones o un simple cachillo de manzana y colocadlas sobre una bandeja felizmente horneable. Pintad la superficie de las bolitas con la yema que habíais reservado y metedlas en el horno a media altura hasta que se doren. No os alejéis mucho, ¡que se cuecen muy rápido! En apenas 10 o 12 minutos, los soberbios panellets estarán más que listos para ser alegremente liberados, olidos y admirados.

Y podréis probarlos y juzgar si realmente os compensará compartir sus tiernos y jugosos corazones con cuñados, jefes y vecinos… o no 😇

¡Nunca un corazón «partío» sentó tan bien!

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¡Ojalá te deleiten tanto como a mí! 

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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