Si también saliváis descontroladamente ante las palabras tarta de zanahoria y os veis obligados a ofrecer caprichillos dulces «aproxi-navideños»…
¡Id a por los baberos! Que estas marquesitas sabor canela pondrán en serio riesgo la impoluta sequedad de comisuras y barbillas… 😁
De veras. El toque de coco y el irresistible aroma a canela os harán babear profusamente.
Eso sí, tened en cuenta que os arriesgáis mucho a que se os adjudique el título de «anfitrión navideño vitalicio».
Pero si estáis dispuestos a correr ese riesgo, sabed que para un platillo generoso de marquesitas (o un molde de unos 15 cm de lado), apenas necesitáis:
- 2 zanahorias hermosas cocidas (al micro se hacen en un plis)
- 4 cucharadas de almendra molida
- 2 cucharadas de coco rallado
- edulcorante al gusto
- 2 huevos
- una cucharada de aceite de coco (o de oliva, si no tenéis)
- una cucharadita de canela molida (idealmente, que sea de la verdadera que no daña el hígado)
- puntita de impulsor químico
- almendra picadita para decorar (o más coco rallado, o lo que buenamente os apetezca)
No tenéis más que encender el horno a 180º (para que esté bien calentito), mezclarlo todo y volcarlo en un molde (idealmente engrasado con aceite de coco). Hornead una media horita (usad el truco del palillo que sale seco para aseguraros de que ya está lista, pero os garantizo que el olor os guiará).
Dejad enfriar la mega-marquesa (o no) y cortadla en los tradicionales cuadraditos. Veréis como nadie echa de menos los turrones industriales.
Eso sí, futuros “anfitriones navideños vitalicios”, aseguraos de tener baberos de sobras para todos.