Las buenas intenciones son muy loables, pero hay ocasiones en las que el juego no sé si sucio, pero sí «menos limpio» está más que justificado. En el amor y en la guerra… todo vale, que decía aquel. Así que hoy procedo a hacerte partícipe de un menú infalible que he diseñado con absoluta premeditación y alevosía (y con unas intenciones rotundamente malas). No solo es convenientemente paleo y low carb, además hará que las torres más altas y tozudamente férreas caigan derrotadas a tus pies*… mal que les pese
Aparte de felizmente paleo y low carb, es mucho más sencillo de lo que parece. Encima puede dejarse medio preparado con antelación para que puedas dedicar los últimos minutos de espera a adecentar tus aposentos o a la chapa y pintura de rigor. Y nadie sospechará de intenciones poco loables, porque es un menú «la mar de sencillo» (no como unas ostras de primero, un par de copas de cava de segundo y una caipirinha de postre, que cantaría como una almeja).
Primer asalto: Crema de cucurbitáceas
Para romper el hielo, empezaremos con esta soberbia delicia (cuya receta tienes aquí), que no solo queda exquisita tanto templada como fría (lo que facilita mucho la implantación del plan), sino que te brindará la oportunidad de poner a prueba las dotes artísticas de tu presa.
Segundo asalto: Bacalao con espárragos
¡La batalla continúa! Una vez calentados los motores, pasamos al segundo plato. Será ligerito, que no queremos estómagos pesados, sino ganas de bailar.
Dime qué torre resistiría la embestida del supra-tremendo bacalao con espárragos (cuya receta tienes aquí). Imagina la cara de estupefacción de tu presa cuando lo vea… solo la superará la que ponga cuando lo pruebe, te lo digo yo. A estas alturas estará deshaciéndose en halagos (y haciendo planes de futuro para sus adentros con disimulo).
Tercer asalto y victoria por KO: trufas bautizadas
Y para poner la guinda final, derrocar por completo los cimientos que quedasen en pie y vaporizar cualquier atisbo de duda que pudiera quedar… el postre: las absolutamente sublimes trufas de chocoaguacate (cuya receta tienes aquí). Confieso que las mías de hoy eran de tipo moka «bautizado» con un chorrititín de whisky, pero con las variedades decentes knockearás torres de medio-altas a muy-altas sin despeinarte.
¡Al ataque!!
(*) Si con un menú de tamaña «deliciosidad» no cae rendid@ ante tus encantos/artes culinarias, es que, claramente, o no es de este planeta o no merece la pena… Torres más altas caerán 
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