¿Cuántas veces habéis pensado un deseo seguido de un resignado «no caerá esa breva»? Centenares, ¡seguro! Pues sabed que, algunas veces, los astros se alinean y, contra todas las previsiones, las brevas caen. Y pueden destinarse felizmente a celebrar el solsticio de verano como manda la tradición: con una buena coca.
Pero esta no lleva harina de fuerza, ni levadura de panadería, ni, por supuesto, aquellas hiperdulces-y-casi-plastificadas frutas escarchadas (que ni siquiera yo, una adicta al azúcar reconocida, echo demasiado de menos). Y tampoco es un mazacote que haya que remojar en ningún brebaje para poder ser ingerido 😊
No, la que yo os propongo es una versión «coquificada» de mi muy celebrada tarta de zanahoria, tuneada con un extra de cáscara de limón rallada y un generoso pellizco de mezcla de especias garam masala, coronada (y embutida) con unas primorosas brevas. Perfecta para dar la bienvenida al verano con una buena dosis de ilusión, ternura y antioxidantes.
Así que, puestos a esperar, que sea celebrando San Juan con esta suculenta coca y brindando por los deseos que lanzasteis al aire la noche anterior. No os puedo asegurar que se cumplan, pero sí que disfrutaréis de la dulzura del bocado con un mínimo atisbo de culpabilidad.
La he bautizado como «cumple-deseos» porque es en sí misma un deseo cumplido: una coca preciosa, además de deliciosamente melosa, sin gluten, sin lácteos, sin azúcar, paleo y bastante low carb. ¿Qué más se puede pedir?
Vale, sí, a mí también se me ocurren un par de ideas… pero esta tiene la ventaja de que obtenerla no depende de que los astros se alineen. ¡Que paséis un feliz verano!