… y encima se viste de seda, mona bella y tremenda se queda» 😀 Y es que, cuando una combinación alcanza la suma exquisitez de la del salmón con aguacate, ¡es lícito vestirla de seda de vez en cuando!
Vale, asumo que muchos diréis que con esta entrada no he descubierto precisamente la sopa de ajo. A vosotros os digo: pues es verdad, tenéis razón, no. Pero no solo de ideas de bombero vive este blog, también hay que poner cosas normales de vez en cuando.
Y esta la incluyo por si a alguna alma cándida low-carbista no se le había ocurrido que podía meterse entre pecho y espalda un exquisito tartar de salmón y aguacate sin ningún sentimiento de culpa.
De tartar de aguacate y salmón hay decenas de versiones y recetas. Yo me limito a cortarlos en daditos y aliñarlo con zumo de limón y salsa de soja (que sea de la buena). Podéis añadirle alcaparras, mayonesa y mil cosas más. Pero a mí me gusta así: raudo, sencillo, fresquito y rotundamente hermoso.
Y, si la ocasión lo merece, con un huevecillo de codorniz y un toquecillo de caviar de arenque, no perderá un ápice de alegre «paleo low-carbismo» pero ganará en sublime belleza (si cabe) 😋
Los curiosos, dubitativos y/o los que hayan aprendido a base de collejas que la belleza está en el interior, ved aquí su excelsa información nutricional.