Modo noche

Bizcocho unicornio (para suplir déficits de magia)

Todos necesitamos un poquito de magia de vez en cuando, ¿verdad? Pues este irresistible bizcocho unicornio tricolor puede suplir déficits de magia de leves a moderados 😁 

Es una versión curiosona y marmolada del mítico e irresistible bizcocho zebra que tienes aquí, pero en lugar de rayas negras, viene alegremente pintado con manchurrones verdes y rosas. Aúna el frescor cítrico del limón, con el ligero amargor herbal de la moringa y el aroma afrutado de la frambuesa. Así que está buenísimo además de ser estéticamente original, pero es súper fácil de hacer.

Para llenar de dulce magia tricolor un molde tipo cake, hay que empezar por preparar una masa de nuestro bienamado bizcocho low carb (como este), con:

  • 3 huevos (las claras a punto de nieve bien firme para un extra de esponjosidad)
  • 1 yogur natural (idealmente bien graso, griego y/o de cabras/ovejas felices)
  • edulcorante al gusto
  • 5-6 cucharadas de almendra cruda molida (dependerá del tamaño de los huevos y del día que tengan, lo ideal es que la masa final tenga textura de mayonesa)
  • 2-3 cucharadas de harina de coco (ídem)
  • 1 cucharada de aceite (de coco o de oliva)
  • medio sobrecillo de impulsor químico
  • la ralladura de la piel de medio limón

Y solo hay que mezclarlo todo (idealmente, añadiendo las claras al final, con cariño y movimientos envolventes para que no se bajen). 

Una vez listo, toca ir precalentando el horno a 180º y distribuirlo en tres partes (sin estresarse mucho tampoco, que la magia no tiene por qué ser precisa y las tres estarán de rechupete).

A una le añadimos una cucharada de moringa en polvo (como la que presenté en las galletas señuelo para Leprechauns), a la segunda parte le echamos una cucharada de frambuesa en polvo (igualica que la que cubría los pastelitos de fresa sobaícos, como esta) y la tercera la dejamos tal cual.

Cubre el molde con papel de horno y “zebrea”, o mejor, “unicornea” felizmente con las tres masas, colocando una cucharada de cada masa sobre la anterior hasta terminarlas. ¡Y al horno con él!

Yo lo he tenido unos 30 minutos, hasta que el viejo truco del palillo que sale seco me ha «chivado» que ya estaba, aunque dependerá del molde que hayas elegido y del día que tenga el horno. Como siempre, yo abogo por dejarlo enfriar sobre una rejilla (para evitar que el vapor reblandezca el bizcocho).

¡Y ya está! Disponte a saborear un suculento bocado tricolor (y a dar por suplidos esos inevitables déficits de magia ocasionales) 😊

El mágico unicornio (que es sospechosamente parecido a su prima, la zebrilla golosa)

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¡Ojalá te deleiten tanto como a mí! 

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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