Modo noche

Pastel de vainilla con fresas y crema chantilly (¡y ya van 3!)

¡Hoy cumplo 3 años «limpia» (de cáncer, que de alcohol, la verdad que no)! 😅

Así que considerando la magnitud de la efeméride, quería celebrarlo por todo lo alto. Y aunque admito que yo ya celebro por todo lo alto hasta las notificaciones de hacienda, al menos hoy no me he sentido culpable por ello. Y me he decidido por un clásico donde los haya: el mítico pastel de vainilla, renacido en un keto-bizcocho de intenso aroma avainillado con mermelada low carb de fresa, cubierto con una crema chantilly ultra-veloz. Y me he felicitado efusivamente por mi decisión.

Mamma mia… cómo está. Nunca fui muy fan de los frostings (las coberturas a base de fondant de azúcar o de crema de mantequilla, que son un pelín mazacote para mi gusto y siempre las dejaba a pesar de ser una golosa redomada), pero la eterna chantilly es tan suave, que si no le tuviera cierto cariño a mi yo del futuro (quien se comerá en algún momento los pedazos que han sobrado oportunamente descongelados), habría lamido la tarta entera. Y de veras no es difícil de hacer.

pastel vainilla keto low carb sin gluten sin azucar chantilly fresas

Solo hay que apañar un bizcocho (como mi bienamado chaleco salvavidas, cuya receta tienes aquí) y echar un chorrillo de esencia de vainilla a la mezcla (como esta, que no lleva cosas raras) antes de hornear. Este de la foto iba en un molde de 22cm de diámetro y contenía las cantidades para 3 huevos. Y keto-bizcocho con intenso aroma avainillado listo.

Una vez reposadito, solo hay que partirlo por la mitad y embadurnarlo con mermelada low carb de fresas (cuya receta completa tienes aquí, aunque es básicamente un puñado de fresas picaditas cociditas en zumo de limón). Para el pastel de hoy (tanto el relleno, como el chorro en el centro sobre la cobertura), me han bastado 10 fresones hermosos y el zumo de medio limón. Yo siempre me guardo los más bonicos para decorar la tarta para mayor disfrute visual. Ya ves que el pastel no atesora misterio alguno.

Y una vez rellenado el bizcocho, solo queda cubrirlo con la excelsa chantilly. A pesar de su nombrecito altanero, es una humilde (por fácil de hacer) pero sublime (por textura y sabor) nata montada con vainilla. Así que el siguiente paso es echar mano de unos 200ml de nata para montar (de la que lleva un 35% de materia grasa) bien fría y batirla. Cuando empiece a adquirir esa textura amorosa y etérea que nos tiene el corazón robado, añádele un chorrillo de esencia de vainilla (y edulcorante opcional). Bátela un pelín más (sin pasarte, que se corta y se convierte en mantequilla) y ya estará lista para cubrir el bizcocho «mermeladizado». Aquí puede tirar de manga pastelera, de cuchara o de espátula (como yo hoy). Lo que más rabia te dé, porque quedará tremenda igual.

Embadurna el bizcocho por todos lados, coloca en el centro el chorro de mermelada que habías atesorado y decora con alguna fresica, almendra picada o lo que fuere que dicte tu sentido estético particular. Y disponte a saborear un bocado digno de dioses celebrando esa ocasión especial… o que a pesar de todo, parece que la Tierra sigue girando 😌

Si te decides a regalarte un caprichillo, no dejes de curiosear mis e-books de keto-dulces, que puedes descargarte gratis a cambio de buen karma o también comprar en Amazon, para contribuir a la causa.

 

¡Ojalá te deleiten tanto como a mí! 

2 Comentarios

  1. Amélie

    ¡Cómo me alegro, Inés! 🎉🎉🎉 Muy buenas noticias.🥰
    Menuda pinta tiene esa tarta.🤤🤤🤤

    1. Inesuka

      Gracias, mi dulcérrima Amélie!!! Sí… es un pecao’ de cuidao’ 😅

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

Podría interesarte

Este contenido está protegido por copyright. Por favor, para hacer uso de él, contacta con nosotros.