Modo noche

Baci in gondola (merengues besucones venecianos)

Si también te traumatiza que no te hayan besado nunca al son del ‘O Sole Mio en un romántico paseo en góndola por los canales de Venecia, aquí te traigo un apaño para quitarte la espinica. Que estos besitos de merengue (típicos de la eterna ciudad de los canales) siempre están ahí cuando los necesitas (y no huyen despavoridos porque sea San Valentín) 🤨

Son súper fáciles, quedan brutales y es virtualmente imposible que te decepcionen (que no está el horno pa’ más traumas innecesarios). 

El gondolero besucón

Si te apuntas al plan merenguero besucón, cuenta que (para unos 10-12 besicos), apenas necesitas:

  • 2 claras de huevo (mejor que sean viejunas y lleven un rato a temperatura ambiente),
  • un chorrillo de zumo de limón,
  • edulcorante al gusto y
  • una puntita de harina de konjac opcional (hace las veces del almidón de maíz en el merengue tradicional y le aporta algo de cuerpo, pero su ausencia no es motivo de inquietud en absoluto).

Empieza por encender el horno a unos 90 o 100º (queremos que el merengue se seque despacito). Mezcla los ingredientes alegremente (sin la harina de konjac quedará un pelín más etéreo pero besucón igual) y bátelos con energía. Queremos un merengue bien firme, que desafíe la ley de la gravedad y no se caiga cuando pongamos el bol boca abajo.

Una vez listo, colócalo en una manga pastelera (o no, que con una cuchara y cierta maña se pueden lograr unos semi-besitos la mar de cucos igual) y coloca semiesferas de merengue sobre una placa de horno cubierta con papel sulfurizado. Y al horno con ellos. Puedes aprovechar para poner la lavadora o incluso reorganizar los armarios, porque sí que tardan un ratillo. Dependerá de cuán sequitos te gusten y de cuán húmeda estuviera la clara, pero calcula al menos una hora u hora y media.

Una vez decidas que están suficientemente secos para ser besados, apaga el horno y entreabre la puerta sin sacarlos mientras aprovechas para derretir un poquiño de chocolate bien negro con mantequilla, al baño maría o en tandas cortas en el microondas. Para esta cantidad, apenas un par de oncitas de chocolate y una cucharadita de mantequilla bastarán. 

Saca los semi-besitos del horno y une dos semi-besitos pintando con el chocolate derretido la base de uno de ellos. Espolvorea con un pelín de cacao puro en polvo a modo de lluvia desde un colador para mayor gloria besucona. ¡Y ya están! Besitos típicos venecianos listos para ser felizmente chuperreteados (y trauma del «no-beso en góndola» superado) 😅

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¡Ojalá te deleiten tanto como a mí! 

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Inesuka

Inesuka

Nutricionista, psicóloga y keto coach apasionada (además de feliz superviviente de cáncer, domadora de lupus, insulinorresistente con síndrome de ovario poliquístico y ex-gorda-depresiva-polimedicada).

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