Sí, ya sé que falta un mes, pero no veo el momento de que llegue la Navidad. Me pirro por sacar todo mi arsenal de lucecitas, guirnaldas, serpentinas y espantasuegras, abrir una botella de cava y darle una sonora despedida a esta chaladura de año. Porque… vale que estas serán unas fiestas un pelín rarunas aún, pero el colega 2021 no saldrá vivo de ellas 😁
Y para apaciguar mi impaciencia por tan deseado acontecimiento, he decidido inaugurar mi propio calendario de adviento comestible con una versión keto híbrida de tronco de chocolate navideño y turrón de mazapán. Y he quedado realmente extasiada. No tanto como auguro que daré la bienvenida al tan ansiado 2022, pero casi. Y ha sido mucho más fácil de lo que cabría esperar.
Y es que para apañar un tron-keto-turrón de palmo (que haga feliz y sacie a unos 4 ansiosos comedores de calendarios de adviento), apenas habría que mezclar:
- un par de claras de huevo (como el mazapán no se cuece, ni tampoco lleva azúcar a modo de conservante, yo suelo tirar de unos 100g de clara pasteurizada, pero si lo consumís en dos o tres de días, lo guardáis en la nevera o lo congeláis, no habrá problema),
- 200g de almendra molida (más o menos, debe quedar como una plastilina manejable pero sin llegar a ser mazacote),
- un pelín de edulcorante (yo le echo una cucharadita de eritritol, mismamente como este) y
- el inefable chorrillo de extracto de vainilla (como este, que no lleva cosas raras).
Haz una bola con la mezcla y colócala entre dos cachos hermosos de film (o métela en una bolsa de congelación). ¡Vamos a chafarla (dejando siempre el film entre la masa y nosotros)! Verás que se trabaja muy bien, tanto con rodillo como con las manos.
Dale forma rectangular con el grosor que más rabia te dé (se verá una espiral más o menos enrollada) y déjalo un minuto por ahí mientras derrites el chocolate.
Yo he usado media tableta de 100% (unos 50g) con una cucharadita de mantequilla (para darle un extra de untuosidad que no es en absoluto necesario si eres paleo estrict@) que he derretido en tandas cortas de pocos segundos en el microondas (¡vigila que no se queme!)
Una vez derretido el chocolate, retira el film que protegía la parte superior de la placa de mazapán (deja el film de abajo o no lo enrollaréis ni hartos de vino) y pinta la superficie con tanto chocolate como dicte vuestro espíritu navideño. Antes de que endurezca, coge la placa por un extremo (a través del film) y ve enrollándola, de manera que el chocolate de dentro vaya formando una bellamente irresistible y crujiente espiral (será la que dé consistencia al tron-keto-turrón, que el mazapán crudo está tremendo pero se desmorona cosa mala).
Una vez formado el rulo, colócalo sobre la fuente donde lo vayas a presentar, acaba de retirar el film y termina de embadurnarlo con el chocolate que quede para darle ese aire a tronco. Yo lo he puesto sobre una pizarra rodeada de adornos navideños para dejarme llevar por la ilusión. Y por un momento he sido inmensamente feliz. Solo me he arrepentido de no haberlo hecho más grande 😅
Ánimo, ¡que ahora sí que ya queda menos de verdad!!
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¡Muack!
Vale, ahora mismo no quepo por la puerta, pero de puro orgullo y satisfacción. ¡Gracias, Antonio!! Un beso 🙂